miércoles, 3 de septiembre de 2008

Redes de intercambio de casa


Las redes de intercambio de casa y el couchsurfing constituyen las fórmulas online más utilizadas por los que quieren irse de vacaciones, ahorrando los gastos de alojamiento.
El couchsurfing -que significa saltar de un sofá al otro- es una moda, nacida recientemente en Estados Unidos, mientras que el intercambio de casa es una práctica que viene funcionando desde hace tiempo y que está ya muy extendida.

El intercambio de casa es un servicio vehiculado a través de network online, que escapa de los intermediarios, para poner en contacto a los que (en general, se trata de familias) desean intercambiar su propia casa. El único gasto exigido es el del pago de un canon anual (100 euros) por el acceso al servicio.

Alojamiento gratis

Se trata de una cifra inferior a la que hay que pagar generalmente por pernoctar un par de días en cualquier albergue, residencia o camping. Una vez efectuada la inscripción y pagado el canon, es necesario describir de forma exhaustiva la propia casa. Sólo entonces se puede contactar con los demás inscritos para alcanzar un acuerdo sobre las fechas y sobre la duración del intercambio.

El ahorro económico es indudable. Por ejemplo, una familia de cuatro o cinco miembros que intercambia su casa con otra de Porto Rotondo en Cerdeña durante dos semanas en el mes de agosto ahorra entre 3.000 y 3.500 euros, que tendría que pagar por el alojamiento.

Las modalidades de funcionamiento del couchsurfing son similares a las previstas en los grupos de intercambio de casa. El couchsurfing nació, sin embargo, como un proyecto pensado para facilitar el intercambio cultural entre viajeros dispuestos a dormir incluso en un sofá, con tal de poder conocer nuevos países y nuevas costumbres, más que como un instrumento dedicado al viajero low cost.

Internet abre la puerta

Este servicio se afianza con el nacimiento del portal CouchSurfing, creado por Casey Fanton. El objetivo es poner en contacto al que está buscando alojamiento con el que ofrece una cama o cualquier otro sistema de alojamiento en su propia habitación o, incluso, un espacio en su jardín para montar una tienda.

A diferencia de las redes de intercambio de casas, el couchsurfing no prevé gastos ni intercambio alguno. La inscripción en el portal es también gratuita. La cuenta se paga con la promesa de intercambiar la invitación o, simplemente, con un apretón de manos.

Otro portal similar a CouchSurfing es Hospitality Club, pero en este caso, la oferta de alojamiento se centra en casas enteras o en habitaciones en casas privadas. Está previsto un sistema de contacto, entre los que reciben y los que buscan, para hacer las indicaciones oportunas sobre la duración de la estancia o las condiciones del alojamiento. Hospitality Club cuenta ya con 330.000 inscritos en más de 200 países de todo el mundo.

El funcionamiento de ambos portales es similar. Una vez efectuada la inscripción, hay que personalizar la propia página, con todos los detalles, indicando la tipología de vacaciones efectuadas y describiendo también el propio perfil de viajero. Y, después, ponerse en contacto con los demás usuarios.

Fuente: EcoDiario.es

No hay comentarios: